Si padeces glaucoma y realizas deporte para estar en forma, te interesa saber que algunos tipos de ejercicios pueden perjudicar tu enfermedad. Hoy te explico qué tipo de ejercicios son seguros para personas con glaucoma.
Deportes y glaucoma
Ejercicio aeróbico
La mayoría de los estudios al respecto, concluyen que, tras hacer ejercicio aeróbico (aquel que realiza un músculo mientras modifica su longitud, como ocurre por ejemplo al caminar, correr o practicar ciclismo), se produce una disminución transitoria de la presión intraocular (PIO).
Sin embargo, también se ha observado que con algunas maniobras y posturas que se llevan a cabo al hacer deporte, se puede producir un aumento de la PIO. Esta presión intraocular puede elevarse con cambios de posición del cuerpo, cambios de volumen respiratorio, maniobras de Valsalva (consiste en un esfuerzo para exhalar el aire sin dejar que salga por la nariz o por la boca, por ejemplo, al sonarse la nariz cuando está tapada o al ir al baño y estar estreñido) y con el incremento del trabajo muscular.
Después de realizar ejercicio aeróbico hay una reducción transitoria de la PIO o presión intraocular que no está relacionada con la intensidad ni con la duración del ejercicio. Parece ser que la práctica mantenida del ejercicio aeróbico, produce una reducción continua de la PIO basal y que además el empeoramiento del campo visual es más lento. Se ha comprobado en diferentes estudios que este tipo de ejercicio puede provocar descensos de la PIO de hasta 8 mmHg en personas sanas y de hasta 13 mmHg en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto.
Una excepción a este beneficio del deporte aeróbico, se sitúa en el caso de pacientes diagnosticados de glaucoma pigmentario. En estos casos, el ejercicio físico puede ser desencadenante de la liberación de pigmento.
Ejercicio isométrico
En cuanto al ejercicio isométrico, la PIO parece que se mantiene estable o desciende, pero menos que con el ejercicio aeróbico. Durante los ejercicios isométricos (por ejemplo, el levantamiento de pesas) se produce un aumento de la PIO con las maniobras de Valsalva y, por lo tanto, el consejo sería limitar este tipo de ejercicios que conllevan levantamiento de pesos y maniobras de Valsalva en pacientes glaucomatosos. En todo caso, la respuesta de la PIO a las maniobras de Valsalva no es siempre la misma en todos los pacientes y tienden a disminuir con la edad por lo que la PIO tiene mayor tendencia a elevarse con dichas maniobras en pacientes jóvenes.
Fuente: https://oftalmologovigo.com/
